"Lo Fatal", Ruben Dario
Este poema fue escrito en 1906, diez años antes de su muerte. Revela la forma clara mas que en cualquier otro poema, su concepto del tiempo y su temor a la muerte. En cuanto al título, la palabra fatalidad significa lo que no puede cambiarse, lo que será, lo que no puede dejar de ser. Lo fatal es para Darío la muerte, y también es la toma de conciencia del tiempo.
En la primera estrofa hay una escala de la sensibilidad, según la cual, la felicidad esta en la razón inversa de la sensibilidad, por eso lo mas dichoso es la piedra. Darío destaca su condición de objeto con la adjetivación "piedra dura".
En segundo término, aparece el árbol, que si bien es una forma particular de vida, es apenas dichoso, porque es apenas sensitivo.
En el último grado de la escala aparece el hombre, el ser más desgraciado.
Vive para morir. torturado por ser y no saber nada , no sabe cual es la finalidad de su vida.
Frente a la muerte se le produce la angustia. No sabe que significa la muerte, la conoce como experiencia ajena.
El poeta produce una gradación del miedo, pasa por el temor, el terror y el espanto.
Sufre por la vida que se va perdiendo: "Sufrir por la sombra " es una manera de nombrar la muerte , que no puede penetrar la luz de la razón, lo desconocido que atemoriza al poeta.
Dario maneja muy bien los recursos formales del verso, y apoya su pensamiento en el ritmo.
El lector queda sin aliento al leer ese temor , y lo traduce en angustia, que es en definitiva el tema del poema.
A la muerte no se la conoce, entonces se fantasea sobre el propio temor: " y apenas sospechamos...", y esto hace sufrir a ese hombre devastado.
Pero aun sintiéndose enfrentado a la muerte, experimenta el llamado de la carne, la atracción de la vida por todo lo hermoso que tiene el amor.
Al final Dario subraya la brevedad de la vida como un lapso pequeño entre dos inmensidades.
Finalmente para el poeta, lo más angustioso, es vivir sin haber comprendido la vida, o tal vez esa explicación llega con la muerte, él no lo sabe, el poema termina dejando al lector la sensación de un final sin conclusión.
Solo le queda un gran desasosiego.
